Pablo Comas Mata-Mira ha salido a la palestra en una extensa entrevista en la que ha dado su versión de todo lo ocurrido durante su mandato como duelo del Real Club Recreativo de Huelva. Explicó que a su llegada al club "el plano deportivo es finalmente lo que a todo el mundo le importa más... Pero tuvo poca influencia; es decir, tuvo influencia la parte anterior, antes antes de mi llegada al club, cuando bajó a Segunda División (lo que supuso la entrada en concurso de acreedores). Fue el tema institucional y económico económico el que verdaderamente disparató la situación. Y ahora, afortunadamente, hemos conocido una sentencia del TSJA que explica exactamente lo que pasó: una actuación completamente irregular de la Agencia Tributaria, que nos llevó al desastre. No estuvimos estuvimos exentos de errores, que los hubo, pero lo que disparató la situación fue la actuación irregular de Hacienda. Era la época de Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda, del que se ha quejado mucho (entre otros) el mundo del fútbol. Los perjudicados hemos sido todos los recreativistas. Y después de la actuación del Ayuntamiento, todos los onubenses. Ya lo expliqué en su momento, pero nadie me quiso escuchar. Incluso escribí una famosa carta abierta al ministro en el diario Huelva Información. En ella yo le decía que queríamos pagar, pero no nos dejaban. Lo que se deduce de esto es que una cosa es la administración del Estado, que camina por su sitio, y después hay un ministerio concreto, el de Hacienda, que va por su cuenta. Cuando el silencio administrativo en el resto de las administraciones es seis meses, para Hacienda es un año. Un año en el que, después de una actuación completamente arbitraria, se decide el embargo del club. Y durante un año ni siquiera te responden. Un año completamente cercados, embargados, vilipendiados… Con otros muchísimos clubes flexibilizaron los plazos, y con este no. La explicación que nos dio un alto funcionario de Hacienda fue muy clara: si ustedes fueran particulares, probablemente esto se habría solucionado. Pero el problema es que se venían arrastrando deudas del Recreativo desde el año 2002. Y ahora, tras este desastre de actuación, le ha costado 20 millones de euros".
Luego llegó el descenso a Segunda División B, ya con él como máximo responsable del club: "Ese fue el detonante de la situación que nos llevó a bajar a Segunda B, y desde luego a crear durante todo ese año un malísimo ambiente en la ciudad que acababa con los nervios de cualquiera. Ahora reconozco no haber tenido alguna actuación especialmente brillante en alguna rueda de prensa, por la que ya pedí disculpas en su momento".
Luego pidió la calificación como bien de interés cultural, algo que se le puso luego en contra y de lo que se arrepintió. "Sí… La expropiación se produjo precisamente por la declaración del club como BIC. Pero estábamos en el 125ª aniversario de un club con un bagaje muy importante. A mí se me ocurrió buscar amparo en la ley de patrimonio histórico, porque la obligación básica de la administración con los BIC es precisamente la protección de los mismos. Y aquí ya es cuando definitivamente mi confianza en los políticos pasó al cero más absoluto. Se lo comentamos al concejal entonces responsable, del PP, y le pareció estupendo. Pero era una competencia de la Junta de Andalucía, que por entonces era del PSOE. Me reuní con Gabriel Cruz, jefe del grupo socialista, que después sería alcalde de
Huelva y se apropió del club indebidamente. También lo cogió con entusiasmo. Nos reunimos con la Junta, eran todo alharacas, hasta que un día me llama Gabriel Cruz y me dice: ‘Oye, Pablo, que lo siento, macho, pero no va a ser posible hacer lo del BIC... Hemos visto que si declaramos BIC al club con el actual gobierno municipal [PP], ellos se lo van a apuntar como un tanto, y creemos que estamos muy cerca de ganar las elecciones. Yo te prometo que si ganamos, lo primero que vamos a hacer va a ser eso’".
Y fue fiel a su palabra Gabriel Cruz: "Sí, lo cumplió. Se abrió el expediente, y casi conforme se abrió el expediente, la primera en la frente: el 6 de junio nos encontramos con la noticia de la expropiación del club. Primer y único caso en la historia de la historia de Europa. No sé si habrá ocurrido en Venezuela o en Cuba, pero desde luego en el mundo democrático no. El respeto por la propiedad privada y por la libertad de empresa son derechos constitucionales que no se pueden saltar a la torera".
Preguntado por su reacción, afirmó que "el primer momento es de estupefacción... porque no puede ser verdad. Luego notas un cierto alivio: es decir, si no han querido saber lo que ocurría de verdad, ahora se van a enterar. Una situación verdaderamente lamentable...".
Aún "no" se había producido la manifestación en su contra, eso había sido un año antes -2015; acudieron 7000 personas-. Hubo una especie de movimiento social, organizado por una plataforma llamada Recreativo Supporters Trust, que querían ayudar a salvar el club y devolverlo a sus abonados. Esa, digamos, es la parte demagógica y política del asunto. Fue utilizado por el club, por el ayuntamiento... Hubo una clarísima connivencia. Los del ‘Recre Trust’ habían sido colaboradores nuestros, con nuestra propia directiva, para aportar otra visión. Pero una cosa es el mundo del ‘frikismo’ bonancible, por decirlo así, y otra que aquí lleguen unos señores a los que metes dentro para que te ayuden, precisamente porque sabemos de su afición por la historia y la colaboración con las peñas, y se les ocurra con carácter previo a la propia expropiación, y de forma instrumental, la preciosísima idea de plantearme una querella criminal en la que
pedían 18 años de cárcel".
Sobre si temía ir a presión, dijo que "me pedían tropecientos millones de euros. Luego estaba, por supuesto, el escarnio público. Lo cierto es que me lo tomé con la misma tranquilidad personal que me tomé la expropiación bajo el punto de vista jurídico, pero no deja de ser una espada de Damocles importante; porque un mal día lo tiene cualquiera, cualquier juez. De hecho, el de instrucción tuvo bastantes días malos; llegó a inventarse que no había abierto la tienda del club en el centro. Y luego, pues nada, dos años hasta el juicio, con el club expropiado, yo difamado, vilipendiado, en fin... Ahí pasó algo que fue de las primeras alegrías que me llevé, porque el juicio es una cosa sumamente desagradable: dos días ante las cámaras, con un supuesto periodista deseándome que me pudriese en la cárcel... Finalmente quedó en lo equivalente a una multa de tráfico -15 meses de cárcel-. Se demostró en el juicio que no solamente yo no me había llevado un duro, sino que el club encima me debía dinero (que, por cierto, ya he ido cobrando en parte). Cuando salí del tribunal un poco aturdido, la primera vez, nos fuimos paseando por toda la avenida Sundheim, hacia donde teníamos el coche. Y se me acercó un montón de gente, pero no a insultarme, sino a darme ánimos y a darme las gracias por lo que había hecho. No podré agradecérselo jamás a esas personas, entre otras cosas, porque tengo un vaguísimo recuerdo de su cara".
Carga también contra Narciso Rojas, "el gallito principal"
También habló de lo que pasó después con varios directivos del Recre Trust, concretamente Roberto Sánchez y Narciso Rojas:"Uno de ellos obtuvo la recompensa, seguramente prometida antes por el ayuntamiento, de trabajar en el club. Y es quien actualmente lleva sus cuentas. El otro, el ‘gallito’ principal, decía que era ingeniero en CEPSA. pero tampoco debía ser muy bueno, porque dejaron de contar con él. Entonces lo han puesto nada más y nada menos que a collevar la Fundación CEPSA, para desprestigio de tan importante marca. Y respecto a los otros dos, pues entiendo que eran dos particulares muy bien intencionados originalmente, que claramente se sintieron manipulados. Una vez cumplida su misión de ayudar a crear ese ambiente, se ha ido quedando en nada".
El ayuntamiento no vendió el club, pero según Pablo Comas tampoco lo saneó: "Al contrario. Se dijo que no iba a costar ni un duro, y a los dos años ya costaba 8 millones, porque, claro, Hacienda se negó a negociar nada con el Ayuntamiento de
Huelva. Creo que les va a costar por encima de los 20 millones, para un presupuesto de 150 millones anuales. Es algo completamente venezolano; o peronista, por ser más preciso. Ahora hay gente de la prensa que vuelve a dirigirse a mí; evidentemente, yo no tengo nada que decirles, porque cuando les he podido aclarar qué es lo que pasaba y lo que podía pasar, no les ha interesado mi voz. (Seguramente, porque todos ellos, creo que sin excepción, desde el diario del Grupo Joly hasta el último friki con un canal de Youtube, reciben subvenciones municipales). Déjeme contar una anécdota: sucedió en la feria FITUR de 2017, poco después de la expropiación. Yo me había negado a entregar los poderes del club, porque era manifiestamente ilegal. Y con una serie de maniobras, conservé la administración del mismo. Cuando vino FITUR, yo creí que todavía quedaba un mínimo de cordura en el equipo de gobierno de entonces y nos reunimos mi socio, el alcalde, el hombre fuerte en el Recreativo, un tal Pepe Fernández, y la novia de uno de los dos. Fue en el hotel Palace. Y se me volvió otra vez a quedar la misma cara de tonto, porque me dijeron abiertamente, no sé si el alcalde o Fernández, que probablemente la expropiación estaba mal hecha, pero que para cuando me lo fueran a devolver, iban a haber pasado ocho años y Gabriel Cruz habría sido dos veces alcalde de
Huelva. Lo ha cumplido a rajatabla… Es de esas promesas de los políticos que te sorprende, por su claridad y por su concreción en la realidad".
Preguntado por la sentencia del TSJA, respondió que "la sentencia del juez de
Huelva, con todos mis respetos, era un corta y pega de la argumentación municipal. No contestaba a la demanda, es lo que se llama técnicamente incongruencia omisiva. Y ahora lo han visto tres magistrados de verdad, de un rango superior, que han decidido por unanimidad".