El entrenador del Recreativo de Huelva lamentó que "en siete días hemos cambiado la cara un montón, con un filial que ni si quiera era de los buenos, los goles han sido evitables. No hemos sido lo que quiero que seamos y nos está costando bastante serlo porque no estamos con esa chispa los noventa minutos. Hay que intentar buscar soluciones más allá de lo que hemos podido errar y dar la versión de la semana pasada aun perdiendo, que es la que nos gusta a todos 
 
"El entrenador se equivoca siempre, es el primero, son los que se marchan y los jugadores siguen. Analizaré si los cambios o el planteamiento. Le damos un montón la pelota al portero y no acabo de hacerles ver que no quiero eso. Jugamos treinta metros por detrás de donde me gustaría. Cuando hablo de los jugadores hablo de lo que intento transmitirle para que lo hagan, no me quito de en medio, es mi equipo, son mis jugadores. Me gusta que mis jugadores jueguen treinta metros más arriba, es un punto de agresividad también que tengo que transmitírselo yo. A lo mejor tenemos que ser un equipo más perro y jugar a otra cosa. A mí como aficionado no me gusta mi equipo", continuó Alberto Jiménez Monteagudo. 
 
Estaba de acuerdo en llegar tarde a los duelos y disputas, "como yo", desconcentrado vio al equipo. "Físico no será, no sé, es un filial, son gente joven pero un filial que estaba haciendo las cosas mal. El primer gol en infantiles de mi barrio pasa que un tío se vaya de cuatro jugadores y no le hagamos falta y meta el gol que meta. Se lo veo a Messi, el domingo en Villarrubia la primera castaña va a ser al cuello y la siguiente aquí porque es una categoría que nadie respeta a nadie porque el domingo pasado hicimos un buen partido pero hoy y el anterior no, y eso le pasa a cualquier equipo".